viernes, 29 de junio de 2007

Mamá

Ya estoy un poco más grande... creo. No creo que del todo, pero algo crecí.
Los colectivos muchas veces son mi motivo de inspiración, y hoy me descubrí pensando que se sentirá crear a alguien dentro de uno. Somos jóvenes para hacer algunas cosas pero no para pensarlas. Y pensé: ¿cómo será tener a tu sangre corriendo en otras venas, o parte del alma en otro espíritu, y encima tener que cuidar de ella aun a costa de tu propia vida? La vida es un tesoro que comienza a apreciarse reflejada en los ojos de los demás. Yo ahora me imagino por fin verme reflejada en unos ojos que me hagan sentir que hice algo realmente bien.

No solo eso me hizo entenderte mamá, sino ver lo que sentías. Cada lágrima tuya que veo correr es un tsunami que se cae directamente sobre mi cabeza. Tú tristeza también es mía. Doy el mundo por verte sonreír, y de no poder darte este, con mis palabras voy a crear uno nuevo solo para vos.

En mi mundo no hay un solo sol, y todos los que están tienen que brillar para que el mundo gire a su correcta velocidad. Cuando uno pierde intensidad, el mundo empieza a andar más y más despacito. Si un sol no emite la cantidad de luz necesaria, las flores se marchitan, los corazones se descontentan y las miradas tienen frío.
Para que no te apagues, voy a disparar flamitas de cariño a tu corazón.

¿Qué puedo hacer para que seas feliz? Para devolverte con creces todo eso que me diste y me das todos los días, aunque tengas un mal día y no me quieras ni ver! Porque a veces me vuelvo tan insoportable, tan llorona, tan incoherente... ¿me perdonás mamita?

No hay comentarios: