domingo, 28 de septiembre de 2008

Identidad

¿Qué es la identidad? La verdad que muy bien no sé. Creo que es eso que hace que nos identifiquemos y nos diferenciemos de otros, nos da un marco en el cual decir "yo soy esto y no soy otra cosa". Pero es extraño. La mayoría de las cosas que se dice que nos dan identidad son cosas que no hemos elegido. Cosas impuestas por obligación o por azar. No elegimos el nombre que nos ponen. No elegimos cuando nacer, dónde vivir o a qué escuela ir. No elegimos a nuestros padres, abuelos, tíos. No elegimos la lengua en la cual hablamos. Y tanto con estos ejemplos como en otros se da la misma repetición. No tenemos posibilidades de constituir una identidad propia hasta llegar a una cierta edad, una cierta etapa de la vida, donde parecería que somos más libres y más independientes de todo aquello que hasta el momento nos daba identidad. Pero no sé si será realmente así. Cuando parece que lo es, comienzan la crisis, las preguntas incomodas. ¿Quién soy yo? Soy mujer, soy joven, soy hija, soy hermana, soy amiga, soy compañera, soy estudiante, soy argentina. ¿Soy argentina? ¿Qué es eso? Es una categoría impuesta. Yo no elegí ser "argentina", con todo lo que eso implica. Y esa, actualmente, es una de las categorías que más problemática me resulta en lo que a identificarme se refiere.

(continúa)

martes, 29 de julio de 2008

Una vez más se presenta la oportunidad de llegar más alto y dejar de sentir el vacío al que la vida nos tiene acostumbrados. Otro rostro, otra voz, un latido diferente que choca contra mí, desafiando mis esquemas y las fortalezas de cartón. Ya no alcanza con escalar la torre más alta: de ahora en más hay que poder derribar los muros. ¿Qué sentido tiene barajar y dar de nuevo si no cambiamos el juego? Apostemos lo que hay y lo que no, también; apaguemos de una vez por todas esa atrevida luz intermitente que grita de miedo con cada caricia bien hecha. Yo confío y le doy la chance al futuro de sorprendernos. Hasta ahora, no deja de hacerlo, y de hacerlo bien.

un desvelo creativo

Beli: y cuando te tengo enfrente me reduzco a un niño. En ese preciso momento, mi cerebro involuciona años luz y predomina el instinto. Creo que huelo en vos los mismos sentimientos que hacen eco dentro de mi pecho pero no me animo a preguntarte. Por miedo a que sea solo un eco, y solo en mi pecho. Creo, creo, creo.

Anu: ¿y qué es la vida sino una suma de creencias? por empezar, el creer que estamos aquí, que somos esto y no otra cosa. nuestra fe construye y mantiene en inestable equilibrio a ese castillo de naipes que representa nuestro existir. y a pesar de que a veces el viento se vuelva huracán y voltee cada carta del revés, nuestra fe junta las piezas y la vuelve a construir. y en el momento que no es capaz de hacerlo, cuando la fe se pierde y la desesperanza borra el reflejo en todos los espejos, ya no hay más que decir: la vida se escapó por la cornisa.


s o l o s é q u e m i s a m i g o s s o n t o d o l o q u e s o y.

domingo, 20 de julio de 2008

...

Ella se encontraba al costado de la cama, viendo como en su agonía se retorcía en sueños. Habían pasado varias horas y seguía ahí, a su lado, tomándole las manos, con los ojos cerrados y las lágrimas cayendo de una sobre sus mejillas, en un lamento lento y desgarrador. Solo levantaba los párpados de vez en cuando para volver a observar sus manos, como tantas veces lo había hecho en su vida juntos.
Esas manos, fuertes, rozagantes, estaban llenas de marcas de una vida siguiendo rumbos ajenos a su primer destino. Su blancura contrastaba con pequeñas cicatrices, que en vez de agrietar su aspecto las embellecía más aún. Sus manos decididas y valientes, como todo en él, que incontables veces han recorrido su cuerpo suavemente, con caricias improvisadas o adrenalina pasional, que le han arrancado las ropas y la vergüenza, esas manos que han rozado sus labios y detenido su prisa, hoy se encuentran frías, inmóviles, azuladas. Encarnan una muerte que se aproxima sin poder siquiera robarle unos segundos más de alegría: el espanto hecho carne.
Ella continúa extrañandolo en el silencio de su agonía: ¿cuántos han sentido calor antes desconocido gracias a esas manos en principio extrañas, luego amistosas y por último necesarias? ¿Cuántos lo lloraran mañana, como ya lo hacen ahora, cuando ya no esté? La promesa de un nuevo rumbo para los pueblos cansados quiere irse junto con la vida de este hombre, que supo luchar con todo el dolor de su espíritu para y junto a otros. Pero no es lo que el querría: él continuaría, sin descanso posible, continuaría esa búsqueda de justicia para aquellos que gastan su vida soñando una sola palabra, una sola realidad: libertad.
Ella se levanta, limpia sus lágrimas, le besa las manos. El mundo no se detiene, y ella debe ocupar ahora su lugar.
Me cuesta mucho expresar lo que siento en estos días, me está faltando inspiración. Las palabras ya no vienen a mí con tanta facilidad como de costumbre... es por eso que contar lo que tengo adentro en estos instantes se vuelve una tarea un tanto complicada. Sucede a veces que me encuentro rodeada de gente que dice quererme con toda su alma, pero me siento sola y confundida como si en realidad estuviera varada en un desierto vasto y helado. No tengo el poder de juzgar a nadie, eso lo sé, pero las formas de reaccionar ante el mundo que rodea sus pequeñas existencias choca a toda velocidad con mis puntos de vista, y el resultado es un ahogo violento de mi parte y ágil cambio de tema por parte de mis interlocutores. Me hago esta pregunta: ¿el individualismo tiene que ver con la inmadurez? ¿O es algo que viene dado con la crianza, con los discursos que nos atraviesan cada día sin que podamos notarlo, con la educación o la tradición? A la hora de las quejas todos tienen la última palabra, fuerte y pragmática como si se hubiera entrenado, pero si alguien habla de pensar soluciones lo que sobran son las risas, burlas o vacío de ideas. No sé si si existirá alguna forma de revertir esas malditas costumbres, pero si sé que necesito verdaderas conversaciones para sentirme útil, no monologos interconectados por cariño histórico.

martes, 24 de junio de 2008

El amor en tiempos modernos

Todos los días se escucha la misma puta pregunta: "¿estás de novio/a?" y de ser la respusta negativa, la contrapregunta: "¿ah no? ¿por qué?". Más que ningún otro medio, la televisión nutre de ese esceptisismo hacia la soledad sea cual sea su forma. Es obligatorio estar en pareja. Es obligatorio estar enamorado. ¿Estar enamorado dijiste? ¿Seguro?
El concepto y la idealizacion del amor en los jóvenes en estos tiempos remite a la necesidad de salvación, de ser salvados de la catástrofe que representa la realidad. Necesidad de que un sentiemiento nos mantenga aislados del sufrimiento colectivo que se hace presente en casi todos los ámbitos que hay que transitar cotidiana y obligatoriamente. A diferencia de los años 60 y 70, el amor no es símbolo de libertad, no potencia la energia revolucionaria: funciona como un sedante, una venda en los ojos. Es la síntesis de un individualismo que puede vivirse de a dos: "mientras te tenga a mi lado, el mundo no puede hacerme daño". Se desaprovecha la potencia creadora del amor en pos de emular una seguridad que no existe.Encerrarse en una burbuja no duele tanto si se tiene con quien compartir ese espacio reducido de negación. Se pone en manos del otro el bienestar, se vive de ilusiones y de estereotipaciones comerciales. Se corta el hilo que nos conecta con otros y nos deja dentro de un círculo vicioso; la ilusión, como es evidente, no dura por siempre. Cuando lo novedoso se acaba, cuando la rutina asfixia, se recuerda que lo ahí afuera existía un mundo. Y se emprende el traumático regreso a él. Los que no aprenden de su error, lo repiten por el resto de su historia.
Aprender del error: el amor no es un producto que se vende en la góndola del supermercado o se mira por TV. El amor es algo vivo, es energía, y como tal, no se pierde: se transforma. Aprender a transformar ese noble sentimiento en impulso generador de algo mucho mayor. Generador de una verdadera conexión, no solo con el otro, sino con otroS, con el mundo.

miércoles, 4 de junio de 2008

Cambiar el mundo no es lavar culpas

En este último tiempo se ha dado una constante entre diversas agrupaciones políticas, religiosas o independientes: la realización de actividades en barrios humildes dedicadas exclusivamente a los más chicos. Los encargados de coordinar esas actividades, que van desde talleres de juego hasta apoyo escolar, suelen ser jóvenes de clase media con buena formación académica organizados por grupos que tienen algún tipo de poder construído dentro del barrio. En menor medida existen grupos nucleados independientemente, quienes se enfrentan a esa falta de poder con obstáculos impuestos por los que creen manejar el lugar.
Durante las actividades, que no suelen existir más que en un día concreto, los chicos buscan contención y cariño en los jóvenes. Algunos son dóciles, dulces, y otros llevan en su forma de ser las marcas del abandono vivido en su hogar: irrespetuosos, desafiantes, incluso agresivos. Sean como sean, todos comparten en un espacio común el ser marginados desde la infancia, el crecer con un resentimiento que se hace más fuerte cada día hacia todos los demás. Entre 3 y 9 horas de trabajo con concepciones distintas frente a toda una semana llena de injusticia dentro y fuera de sus casas. ¿Cuánto de este trabajo les genera un bien particular y cuánto les crea una contradicción que sus pequeñas mentes no están preparadas para soportar? Un rato de cariño que puede no sostenerse en el tiempo frente a la violencia cotidiana. Y en esta visión no estamos teniendo en cuenta la visión de los padres. Es desligarlos de una responsabilidad que como padres deben mantener, hacerles un favor que de favor tiene muy poco. Es no meterse con el problema real. Los chicos no necesitarian talleres de recreación si sus padres pudieran jugar con ellos. No necesitarian alfabetización si el Estado se ocupara de la educación como es su obligación. No necesitarían comedores si la riqueza estuviera en manos de todos y no de unos pocos, como estamos acostumbrados.
Por otro lado, están los jóvenes que concurren al barrio alentados por esa picazón dolorosa que sienten al mirarse al espejo y ver que todo anda mal y que no hacen nada para revertirlo. La culpa del buen burgués, ahogada en asistencialismo y caridad. Creer que con dar alcanza para vivir dignamente: malinterpretar la dignidad, la solidaridad. No meterse en el problema de raíz, no enfrentar la verdadera realidad. No entender que no alcanza con caminar por las calles de un barrio para sentir lo que se vive dentro de él.

(continuar después)

miércoles, 21 de mayo de 2008

Y este nudo en la panza parece no aflojar...

Hoy es un día donde la lluvia alienta mis ganas de llorar. Es un día para las lágrimas.
Quisiera tener miles de brazos, miles de pies, para poder hacer todo lo que me propongo. Pero hoy todos los dolores que vengo sufriendo últimamente se conjugaron para que estallara. Siento el alma partida, golpeada, producto de esta indignación amarga que siento al ver a mi alrededor. Una impotencia mezclada con furia que a la vez me paraliza y me entristece, pero me da ganas de hacer más y más, pero sé que no puedo hacer todo. No es viable ni conveniente.
Me duele vivir dentro de tanta miseria, con tantos hijos de puta sin nombre robandolé a otros las ganas de seguir viviendo, de poder vivir. Chicos en la calle alimentados a pan y a circo, este es un mundo de pan y circo. El que no sigue las consignas se muere. Y ya estoy cansada de toda esta mierda, de no ver una luz al final del camino, de sentir que por más que haga lo que haga no voy a conseguir nada! Y sobre todo, cansada de sentirme responsable por estar acá sentada escribiendo mientras otra como yo se muere de hambre y frío en la calle. Ni un milagro nos puede salvar de nosotros mismos.
Nos pasamos la existencia entretenidos en tantas pelotudeces, tantas cosas sin sentido... Los no son tan pequeños, tan inútiles, que el conformismo se mimetiza con la propia piel. Si el no es grande, poderoso, dicho a los gritos, ¿cuánto se puede durar sin que a uno lo bajen de un tiro? Es mentira que la libertad existe: el aire que respiramos es a préstamo.
Me cuesta no ser tan negativa en medio de esta basura... Me desespera saber tanto y quedarme en el molde. Yo no me quedo más en el molde. Yo me la voy a jugar. Eduardo dice: "hombre jugado, hombre quemado", pero también dice "nosotros decimos no". Prefiero que me quemen en la hogera a decir que sí y morir de artrosis de tanto estar arrodillada. Que les cueste reírse de nosotros a esos hijos de puta. Que sientan en carne propia el sufrimiento que atraviesan los que no saben si sus hijos van a poder comer. Yo no los pienso dejar ganar. Y voy a defender nuestra libertad, nuestro derecho a sentirnos dignos, hasta que mi vida llegue a su fin.
Hoy es un día para llorar. Mañana, la sonrisa que gana más batallas que la tristeza vuelve al ataque y vuelve a soñar. Pero hoy me doy el espacio de respirar por un minuto y recargar.

sábado, 10 de mayo de 2008

Fiebre

Domingo 11 de mayo del 2008.
03:44 a.m.

Cada día vivido aporta algo nuevo a mi existir. Incluso aquellos de apariencia irrelevante. El presente depende exclusivamente del pasado, por su condición efimera: un suspiro, y el segundo ya pasó a la historia. Las historias se construyen cada día, cada instante, si uno es conciente de ello. Conciente de que crear una propia historia es una responsabilidad. Son demasiados los que dejan que otros construyan su vida con cualquier material, generalmente por desconocimiento de causa. Ignorancia, desinterés; sea lo que sea, hay un pedazo de uno, o varios, o todos, que son construidos por otros. No quiero eso para mí. No lo quiero para nadie, pero no soy nadie para decirle a otros como ser, así que empiezo por decidir que quiero para mí. Yo quiero construir CON otros, construir un NOSOTROS.
El día de ayer podría haber sido uno más. No hubo hechos extraordinarios, grandes logros o declaraciones inéditas. Hubo cosas esenciales, invisibles a los ojos de cualquiera. Pero yo los pienso y así les doy valor, los pongo en palabras para que no se pierdan en la niebla de mi frágil memoria. Lo más importante que tengo que rescatar de este día, fue como otros fueron plasmando en mí su esencia. Una sucesión de intercambios, positivos, negativos, pero siempre de ida y vuelta.
En mi despertar, palabras de aliento, de cariño, risas telefónicas. Luego, un mediodía tratando de diferenciar amistad de trabajo, buena onda de explotación. Palabras duras, lecciones de vida y lucha de egos compartieron la escena. Al instante, la sangre siempre presente y en la mesa, la voz de la experiencia de los que me vieron nacer. Tratando de poner un poco de equilibrio en mi balanza interna, entre locura y seguridad. "La palabra para algunos no vale nada, pero si vos das la tuya, hacela valer". Más tarde, amargura en carne viva al hacerme un ovillo sobre el colchón... mi momento de soledad del día, el que me hizo abrir los ojos a lo que necesitaba para sonreír. Vueltas y vueltas, lo común en mí, y a compartir mate, gritos y mimos con mis grandes amores. Mis amigas. Conversaciones fuera de lo común, pero no por eso menos necesarias. "Eres responsable de lo que has domesticado". Volver a mi hogar, volver a estar conmigo, sentirme mejor. Y otra vez la telefonía inundandolo todo, choque de dos planetas afines pero distantes en espacio y en tiempo, en atmósfera. "La sinceridad es lo que cuenta". No es un choque, es más bien una melodía, instrumentos de viento tratando de coordinar dentro de la misma canción. Difícil, cuando las notas son opuestas... Pero intentar hace más bien que mal, hace crecer.
Crece y crece la sensación de que sola no existo. Que necesito a otros para "sobrevivir". Y no es una necesidad relativa, es una necesidad real. Como tantas otras cosas que siento necesarias, pero esta es fundamental. Poder mirar los ojos de otro, desde la misma altura. Horizontal como lo es el mar cuando vemos amanecer: es la única forma de sentir que el sol, la luz, el calor, se elevan más allá de lo imaginable.

Ya es otro día y mis pequeños malestares son físicos, no del alma. Pero hace media hora mi cabeza ardía. Fiebre: ideas subiendo de tono hasta sentir que puedo estallar sino las dejo salir. Ahora que todo está escrito... me siento mejor.

martes, 29 de abril de 2008

"Artesanos en vías de extinción"

Desde la altura de sus creaciones, los artesanos miran a la vida correr exaltada por una de las calles más transitadas y conocidas de Buenos Aires. Conviven en la misma senda con otras formas de expresión y de supervivencia, desde cartoneros hasta turistas, pasando por aborígenes vestidos con su ropa tradicional al mismo tiempo que consumen hamburguesas de Mc Donalds. No es mucha la gente que les presta atención, porque en este mundito es poca la que mira más allá de sus propios asuntos. Sobre todo en un camino donde la velocidad multiplica la invisibilidad.

Son personas con otra forma de mirar esta vida, compartamos su gusto personal por ella o no, pero de hacer el "esfuerzo" de sentarse a hablar un rato con ellos, resultan ser personas de lo más agradables, con las que se pueden tener charlas lindas, que te dejan con una sonrisa...

Lamentablemente hoy no fue el caso, porque después de las sonrisas quedo en evidencia un problema: "nos quieren echar, no quieren que estemos acá". El nuevo gobierno de la Ciudad, con sus infinitos brazos de amable represión, quiere calles limpias, gente sana, y más muertos de hambre. Así vamos a llegar muy lejos... Para ampliar la información, les transcribo gran parte del volante que me entregó uno de ellos hoy:
"Como los cartoneros, centros culturales, salud y educación públicas, entre otros, el PRO también persigue y criminaliza los artesanos independientes.
Desde el 20 de febrero, se desarrollan en la Ciudad operativos que buscan "limpiar" las calles de la gente que trabaja.
Estos operativos, llevados a cabo de forma irregular (sabiendo que el decomiso de artesanías es ilegal), llegaron su punto máximo el día 16 de abril cuando llevaron detenido a un compañero y le iniciaron una causa penal, por evitar que le arrebaten sus artesanías. Los operativos están a cargo del Secretario de Ferias y Mercados Rolando Berón.[...]"

La verdad que en estos días el mundo me está poniendo en mi peor humor. No cabe en mi cabeza cómo puede ser que haya TANTA, pero TANTA injusticia por TODOS lados! La esperanza es lo último que se pierde y yo no le voy a soltar la mano pero, vamos, ¿cómo no querer cerrar los ojos a tanta miseria humana? Y eso que estamos rodeados de problemas que indignan todavía más...

Más info a: artesanosindependientes@live.com.ar

lunes, 21 de abril de 2008

"...será que no te tengo enfrente para tus labios acariciar, será que entre toda la gente yo no te puedo encontrar...", le cantaba él a ella, ella le cantaba a él. En la noche oscura más se extrañan, más se añoran, pero no logran ver más allá. Sus corazones crean para ellos un mundo de ilusión donde no le está permitido entrar a nadie más. Son ellos y su magia. La magia existe, se necesita para hacer funcionar a la imaginación. Ellos imaginan un mundo donde la felicidad no sea un pecado mortal, porque sea cosa de todos... quieren volar alto, creen en llegar al cielo de a dos. Al abrir los ojos después de cada éxtasis de amor, vuelven a la realidad que los contamina poco a poco. La realidad se come sus colores. Si no se tienen el uno al otro, los amantes pierden el brillo. Solo logran fugarse de la tristeza juntos, solo juntos. Pero no se encuentran. Cada uno sigue viviendo solo en la imaginación del otro, esperando ser descubiertos entre la niebla.

domingo, 20 de abril de 2008

Amor 77 - Julio Cortázar

Y después de hacer todo lo que hacen, se levantan, se bañan, se entalcan, se perfuman, se peinan, se visten, y así progresivamente van volviendo a ser lo que no son.

Cronopios

"...En sus relatos, Cortázar evita dar una descripción física precisa de los cronopios y se refiere a ellos sólo como "seres verdes y húmedos". Los relatos proporcionan claves acerca de la personalidad, los hábitos y las inclinaciones artísticas de los cronopios. En general, los cronopios son presentados como criaturas ingenuas, idealistas, desordenadas, sensibles y poco convencionales, en claro contraste con los famas, que son rígidos, organizados y sentenciosos; y las esperanzas: simples, indolentes, ignorantes y aburridas."

¿Seré un cronopio?

lunes, 14 de abril de 2008

SONATINA - Rubén Darío

La princesa está triste.. Qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro;
está mudo el teclado de su clave sonoro,
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.

El jardín puebla el triunfo de los pavos reales.
Parlanchina, la dueña dice cosas banales,
y vestido de rojo piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente;
la princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.

¿Piensa acaso en el príncipe de Golconda o de China,
o en el que ha detenido su carroza argentina
para ver de sus ojos la dulzura de luz?
¿O en el rey de las islas de las rosas fragantes,
o en el que es soberano de los claros diamantes,
o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?

¡Ay!, la pobre princesa de la boca de rosa
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras, bajo el cielo volar;
ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
saludar a los lirios con los versos de Mayo,
o perderse en el viento sobre el trueno del mar.

Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata,
ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata,
ni los cisnes unánimes en el lago de azur.
Y están tristes las flores por la flor de la corte;
los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte,
de Occidente las dalias y las rosas del Sur.

¡Pobrecita princesa de los ojos azules!
Está presa en sus oros, está presa en sus tules,
en la jaula de marmol del palacio real;
el palacio soberbio que vigilan los guardas,
que custodian cien negros con sus cien alabardas,
un lebrel que no duerme y un dragón colosal.

¡Oh, quién fuera hipsipila que dejó la crisálida!
(La princesa está triste; la princesa está pálida.)
¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil!
¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe
(la princesa está pálida; la princesa está triste),
más brillante que el alba, más hermoso que Abril!

"Calla, calla, princesa" -dice el hada madrina-,
"en caballo con alas hacia aquí se encamina,
en el cinto la espada y en la mano el azor,
el feliz caballero que te adora sin verte,
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte,
a encenderte los labios con su beso de amor..."

lunes, 31 de marzo de 2008

Relación causa-efecto: la Argentina en que nos toca vivir

Nación: grupo humano consciente de formar una comunidad, que comparte una cultura común, está ligado a un territorio claramente delimitado, tiene un pasado común y un proyecto colectivo para el futuro.

Se vienen suciediendo días grises en el panorama "nacional". El conflicto gobierno-campo nos pone a todos en el campo de batalla, un todos contra todos en el que ni siquiera sabemos los motivos de la lucha... ¿Todos? No, esa palabra no sirve para este país. Nunca ninguna política estatal abarco a la extensa población que habita en el territorio que llamamos Argentina. Cómo hablar entonces de una nación, de una comunidad, si ignoramos el pasado, el futuro nos quema cuando quema el bolsillo, y en el presente... bueno, apenas podemos mirarnos las caras.
Hoy día el todos está más dividido que nunca. Es la Argentina en la que nos toca vivir. Un muy buen ejercicio es el de escuchar, el de prestar atención a lo que opina el resto de la gente. Hay opiniones encontradas, manifestación de sensaciones diversas, pero el debate está entre los que abren los ojos a la realidad y notan su responsabilidad en este limbo, y los simplemente reparten culpas por doquier. Me temo en decir que la mayoría se encuentra en el segundo grupo. Y así vivimos en el mundo de la hipocresía:
*Hipócritas los que golpean una cacerola una vez cada mil años reclamando solo lo que les corresponde a ellos, cuando muchos de ellos son responsables de que la mayoria no tenga lo que debe tener. Hipócritas también los que golpean por diversión.
*Hipócritas los que repudian las cacerolas, sean del hambre o de la abundancia, porque demuestran con una peculiar coherencia que solo les importa su pellejo. No se trata de libertad de expresión, o de no callarse la boca... Se trata de abrir un poco los ojos, sea cual sea la razón por la cual se abren.
*Hipócritas los que nos gobiernas por tratarnos de pelotudos cada día con más énfasis. Hoy 1 de abril quedo enormemente demostrado: alientan lo que días atrás manifestaban un acto atroz contra la población; nos llaman a creer en su absolutismo siglo XXI, y al que no le guste que hable con D'Lia, que para eso le pagan.
*Hipócritas los medios que manejan la información a su antojo, y en vez de cumplir con su función informativa, venden verdades a medias que solo nos confunden más.
*Hipócritas los que se quejan por que les sacan un pedazo de su enorme torta, cuando lo único que se dedican a hacer es que miles de personas trabajen de estrella a estrella por una miseria.

Ya estoy cansada de vivir así. Cansada de escuchar en cualquier lugar que los problemas no tienen solución, y a los 5 minutos seguir escuchando quejas relacionadas con que nada cambia.
Señoras, señores, me temo ser la individua que les pase el mensaje: la tumba la cavamos nosotros con nuestra propia pereza. Vayan poniendosé comodos, que hasta que no digamos basta, va a seguir cayéndonos tierra.

lunes, 24 de marzo de 2008

Sueño n° 1

Aquella madrugada nos bajamos del colectivo en la esquina del túnel que conecta las dos Villa Adelina. Ayude a mi amiga a caminar hacia la escalera y a descenderla, porque por su estado etílico no podía mantenerse en pie. Al ser casi igual que yo de tamaño, me costaba horrores conducirla hacia nuestro destino, es decir, mi casa, a una distancia de 10 laaaargas cuadras. Mientras avanzabamos lento por la avenida yo la escuchaba decir cantidades inmensas de incoherencias hilvanadas torpemente con carcajadas. Las pocas personas levantadas a esa hora nos miraban sin mucha amabilidad, molestas por la situación. Al pasar por el kiosko más cercano, un muchacho nos cruzó y me hablo. "Necesitás ayuda, ¿no?" Y a vos que te parece... dije sonriendo. Sonrisa tímida, por lo atraída que me sentí hacia él en el momento que se encontraron nuestros ojos. Siempre me costó mantenerle la mirada a los alguienes que me interesan. "Bueno, vamos, yo las ayudo." Volví a sonreír, ahora más abiertamente, y mientras mi amiga seguía balbuceando, cada vez más pálida, le compartí un brazo y juntos comenzamos a llevarla. Las cuadras pasaron lentas pero más firmes que antes, aliviadas por la tarea compartida. Mi amiga ya no hablaba: se preocupaba ahora por mantenerse conciente mientras yo le decía en voz baja palabras de aliento. El chico reía, y yo también, y conversabamos de cosas comunes. El frio, la noche, la salida del día, anécdotas semejantes de otro tiempo. Me sentía demasiado a gusto.
Llegamos a destino, y después de abrir el portón de mi casa le dije al chico que esperara allí. Llevé como pude a mi amiga adentro, la recosté, y volví a salir. Cerré el portón y seguí hablando con el chico. Quién era, de dónde, gracias por ayudarnos. A medida que la conversación avanzaba, estabamos cada vez más cerca. Quien sabe como termine abrazándolo, quien sabe como nos besamos. Con gran pasión.

Ahí me desperté.

Borradores del sueño

1) Mi mejor amiga totalmente ebria bajando del colectivo. Desconocido ayudándonos, llegamos a mi casa. Mi amiga se va a dormir. El muchacho se queda conmigo. Me hace perder la razón.

2) Llego de no sé donde y me tengo que escapar de el extraño lugar en donde vivo. Junto mis cosas, entre ellas una muñeca que me regaló una persona importante. Llego a un lugar donde me dan para elegir ropa para vestirme, elijo blanco y negro, o azul, no me acuerdo. Vuelvo a mi colegio que a la vez es un teatro a saludar y encuentro a la persona que me dio la muñeca.

jueves, 20 de marzo de 2008

Hay algunas ideas, sueños, reflexiones, que son tan pero tan chiquitas que cuando nos vienen a la mente las esquivamos por insignificantes. Yo hoy quiebro la línea y anoto está, aunque nadie la vaya a leer.
¿Cenizas dijeron? ¡Acá queda un bosque entero para quemar!

lunes, 17 de marzo de 2008

Cercados de violencia



Con cada amanecer, abrimos los ojos junto con noticias de todo tipo. Pero hoy más que nunca, cuando despertamos tememos encontrar algo que nos sorprenda de verdad. Lamentablemente, la realidad, en conjunto con los medios, van reduciendo nuestra sensibilidad para con los hechos que ocurren... Nuestra mente no es vil, solo trata de defenderse negando el horror. Ya nos resulta un hecho cotidiano que haya miles de asaltos por día, que no pase una hora sin que se hable de una muerte no natural. La violencia nos está cercando cada día peor. Es tomar como cotidiana la violencia.
Atravesados por información que no podemos negar, aunque generalmente sea aumentada o reducida según los intereses de quienés nos mantienen informados a cambio de su propio beneficio, incorporamos mecanismos de respuesta nada sanos. La violencia se responde con más violencia. Armas en las casas, accidentes de tránsito, cada vez menos tolerancia hacia el otro. Todos son enemigos en un mundo que se declaro en guerra sin palabras audibles. El miedo nos hace perder el sentido de la humanidad, y dejamos de lado cualquier razonamiento. El miedo va caminando, corriendo, de la mano de la desesperación, y la discriminación es su fiel aliado. Como siempre, tenemos miedo de lo que no conocemos o no conocemos lo suficiente. Es más fácil creer en la palabra ya emitida, en el discurso prefabricado que alguien nos envía y nos hace tomar como propio. Ya ni siquiera nos molestamos en pensar qué es lo que pasa; sólo pasa.

Este fin de semana, la violencia volvió a arremeter contra uno de los nenes mimados de nuestra cultura: el fútbol. Es parte de nuestra identidad, y no podemos negar nuestra conexión con él, simpatizemos o no. La violencia futbolistica se cobró otra víctima: Emanuel Alvarez, de 21 años, hincha de Vélez. Diversos medios de comunicación trataron el tema, llendo desde los diarios hasta los mismos relatores del fútbol. Todos necesitamos un culpable. Necesitamos saber que motiva que se cometan semejantes locuras. Lo que pasó golpeo duro en una sociedad que ya bastante adolorida está, porque esta vez la muerte no tiene una "justificación"... Una persona tranquila, que hizo las cosas bien. Como muchas de las que mueren cada día. ¿Y cuál es la respuesta de la gente? Más violencia. Rencor, odio, disparado hacia los cuatro vientos. Y más en este deporte, donde es cada vez más normal ir a la cancha a descargar tensiones contra cualquier cosa que se ponga adelante. La misma gente que se queja en la semana después insulta y se trompea en los días libres. Señores, señoras, señoritas... Yo también tengo bronca, tengo miedo, ese chico podría haber sido mi amigo, mi novio, mi hermano. Pero también me hago cargo de lo que nos corresponde, algo poco común es estos días. ¿Cuándo vamos a entener que el ojo por ojo solo causa que se pierda todavía más?
Abramos los ojos, escuchemos los gritos. Basta de quejas que quedan en la mesa del comedor durante el almuerzo, y a vivir como se pueda. Las cosas no se cambian solas. Ni solos. ¿Se acuerdan de lo que significa nosotros? ¿Se acuerdan lo que significa juntos?

domingo, 16 de marzo de 2008

Sonrisa a pilas

Tengo la sonrisa a pilas. Y en estos días las siento un poco gastadas... les falta energía, no alcanza para hacerme brillar como de costumbre. Lo noto en mi falta de locura. En mi bajoneo cotidiano... Los viajes en transporte público no me repuntan la imaginación, sino que al contrario, me sumen en la melancolía. Estoy un poco sin rumbo.
Tiemblo de miedo cuando miro hacia adelante y hacia los lados. El futuro me espera al acecho como un león a una presa débil y solitaria. Mi cabeza se me vuela en proyectos que son tan grandes como difíciles de concretar. No quiero que se me acaben las dosis de esperanza, así que así ando en estos días, nutriéndome de esperanza en la cotidianeidad de mi vida. Haciendo de lo cotidiano algo un poco más colorido, más oxigenado. Cambiando rutas clásicas por caminos poco transitados. Tratando de que las cosas a las que temo no me quiten el sueño, necesito estar bien descansada para poder hacer. Y por último, que la falta de calor, la falta de amor, no sean como siempre un motivo para ponerle empeño a mis palabras. Si mis palabras van a volar, que tengan un vuelo con destino, no un destino desahogantemente individual.

jueves, 13 de marzo de 2008

Por la madrugada... y podría seguir!

Hoy que debería dormir la música me tiene seducida, me tiene atrapada. No puedo levantarme de la silla, no la quiero dejar de escuchar. Palabras y acordes que quizás antes no tenían nada de especial hoy se me hacen únicos. Pensándolo bien, debe ser que me estoy refugiando en ella. Me escapo de mi misma y ella me da consuelo. ¿Por qué me escapo de mí?
Quiero quedarme a vivir en este mundo por un ratito, este mundo en el que solo importan las melodías hermosas que estoy encontrando en mi PC. Y mañana cuando despierte, quizás me sienta mejor, y otra vez tenga ganas de matar mi tiempo haciendo las cosas bien.

jueves, 6 de marzo de 2008

Eterna calesita

Otro día igual los anteriores, apoyado en el afeizar de la ventana mirando hacia afuera. Los arboles, los caminos que no llevan a ninguna parte. El mentón apoyado en sus manos, los ojos perdidos en sus pensamientos. Piensa que el tiempo no vale nada. Piensa que hace calor, pero tiene frío. Pienso que cada día me importa menos estar vivo. ¿Qué carajo significa estar vivo?
Se da vuelta, y recibe otro mate amargo que ella le ceba. Con amor, pero con amor no basta. Lo chupa sin ganas, desinteresadamente.
- Mirame Lucho. Mirame. ¿Cuánto tiempo más vamos a esperar?
- No jodás Noe, no jodás.
- Pero...
- Si no te gusta ahí tenés la puerta.
Me callé, como siempre. Los días pasan y no se nota, parece que cada día que se levantan viven el mismo número del calendario. Ella ya sabía como seguía la historia. Pedidos, negativas. Pedidos, negativas. Su amor de cuento de hadas se había transformado en una pesadilla. Lucho se levantó de la silla, manoteó un buzo de entre la pila de ropa y se miró al espejo. Sus ojos grises se perdían entre las ojeras profundas, la piel púrpura y débil. Tan débil como el alma de su dueño.
Agarró la billetera mientras lo pensaba otra vez. Hoy podría ser el día... ¿Me atreveré?
Se agachó frente a Noelia, le tomó las manos y la miró. A ella le caían las lágrimas.
- Ya sabés, si no vuelvo... no, no llorés, ya sabés como es esto. Si no vuelvo quemás todo. Te olvidás de que existí. Acordate de que si estás acá es porque querés. Borrate negra, borrate de acá, a vos te espera algo mejor.
Se levantó, abrió la puerta y cuando estaba por cruzarla y volver a desaparecer, ella dijo:
- Esto se va a terminar cuando elijas. Pero sos un cagón.
La miró con desprecio y cerró de un portazo.

El anochecer, la pava otra vez en el fuego, sin novedades. Trata de concentrarse en los papeles que tiene que leer, pero no puede. Nunca puede hasta que él no llega. Son las 10 y no llegó. Las 11 y no llegó. ¿Lo habrá hecho al fin? Hacelo de una vez Luciano, hacelo.
La puerta se abrió y entro él. Empapado, dado vuelta, pero vivo. Vivo.
Ella suspiro.
- ¿Querés un mate?

viernes, 22 de febrero de 2008

Escuchen nuestro grito


escuchen nuestro grito: dijimos NUNCA MÁS.

foto de la ESMA ayer por la tarde. foto de un lugar que te hace trabajar a mil la cabeza y el corazón. cuantos recuerdos implantados de gente sin rostro que se desvaneció entre la niebla. tuvieron una vida y se las arrancaron de cuajo, sin motivo lo suficientemente fuerte para justificar su sufrimiento. nada justifica la barbarie de los que tantos fueron victimas y tantos otros victimarios. ojalá pudieramos decir que esto es pasado y esta pisado. pero la verdad que esto nunca va a ser pasado, es un presente repetido en lugares de los cuales no conocemos ni el nombre. o sí, es acá a la vuelta, pero, a mí qué me importa. mientras no me toque a mí...


hoy en día sufrimos otro tipo de crímenes contra nuestra humanidad. los tiempos cambiaron, los problemas también, pero el orígen de todo mal sigue siendo el mismo. y si seguimos pensando "a mi qué me importa", cada día que pasa, nos va a tocar mas de cercar, va a ser un poquito o mucho peor.


la única lucha que se pierde... es la que se abandona.

jueves, 21 de febrero de 2008

Agradezco hoy

Hoy no puedo hacer nada más simple que agradecer. Agradecer las miles de posibilidades que se abren como puertas a mi alcance y que muchos otros, demasiados, no podrán tener nunca. Tengo salud y tengo fuerzas, tengo una cabeza lúcida de varios obstáculos y tengo sueños que quieren crecer y ser realidad. Tengo preguntas y ganas de que lo que yo tengo lo tengamos todos. Desde el más pequeño de los seres hasta el último y más desgraciado. Esto no tiene que ser una selva y nosotros no debemos ser fieras luchando por ser el mejor, el que más gane, el que menos pierda. Por algo nos pusieron a todos en el mundo, por algo nacemos igual. Las malas condiciones hacen que la igualdad se suprima; la dignidad es manoseada por la falta de libertad, por la discriminación y la individualidad. ¿Acaso nadie tiene los huevos para luchar por algo que sea más grande que su propio egoísmo? ¿Por una causa que involucre a otros desconocidos, a otros que pueden pensar? No pasa por la ayuda, pasa por el intercambio... No te sientas superior por tu dinero, sólo sos un afortunado que no sabe valorar lo que se le dio. Si lo valoraras, verías que el mundo no gira solo. Necesita que lo empujen, y mientras mas ignorante sea el que pone la fuerza, mejor.

Hoy compré un libro. Hoy pase la tarde entera feliz. Hoy me sentí mal por eso. ¿Es justo?

viernes, 18 de enero de 2008

Viernes 7 am



Hoy me siento a la sombra de tus piernas dormidas, le converso a mi insomnio de vos.




No sé porque pero no podía empezar a escribir nada sin antes poner esa frase, que se me vino a la mente instantaneamente. ¿Cómo es conversarle al insomnio? Sobre todo, cómo es conversale de alguien... Insomnio: no poder dormir, no querer dormir, o ambas. Cuantas veces esperando el amanecer para cerrar los ojos y empezar un nuevo día soñando.






Ojalá pueda poner en penitencia mi paciencia para no esperarte.






Otra frase que me desconcentra. Otra vez la música dándome lecciones de vida. Los segundos de mi existencia se van uno a uno corriendo detrás de cualquier melodía que tenga algo que decir. No entiendo que hago acá, a las 7 de la mañana, escribiendo delirios y frases, cuando podría estar acostada o al menos, comiendome una tostada en la cocina. No entiendo el por qué de nada, el no querer estar allá y querer estar acá, pero, ¿dónde es acá? Sigo buscando mi lugar en el mundo, sigo buscando mi sueño, mi vocación, mi objetivo. Quisiera poder esperar, tener paciencia, pero no la tengo, y sin embargo sigo sin ir a ningún lugar. Para empezar, me encantaría dejar de escribir sobre mí, y escribir desde mí misma. Que se sepa antes de empezar a leer que lo que viene está enfocado desde mi espejito de colores, es lo que yo creo y siento. Quiero que me salga, no divagar más... ¿Acaso a alguien le importa? Yo sigo y sigo tipeando al compás de la música, "ciego mendigabesos", yo mendigo todo el tiempo... Basta de yo, basta de egocentrismos exagerados y empalagosos. ¿Hasta donde me permito volar? Quiero un nosotros gigante, quiero luchar y sonreír.



Desde ahora en más lo que escriba va a buscar tener sentido no solo para mí sino también para quien quiera leerlo. Algo que viva... que viva por sí mismo. Y que no quiera llenar cabezas, sino hacer pensar. Basta de absurda necesidad de omnipotencia. Yo quiero volar más alto que esto, y no quiero hacerlo sola nunca más.
La foto significa para mí, ver la vida pasar a mi alrededor... Quizás no tenga nada que ver, o lo tenga todo... Hoy los dejo a su criterio.

















(Las lecciones de vida se dan en los lugares menos pensados y en los momentos menos esperados... que te peguen un paseo de vez en cuando y que encima no te des cuenta, eso no tiene precio.)

jueves, 10 de enero de 2008

Sentidos

Siento tu perfume flotando a mi alrededor. Tu aroma en todas partes. En el pasillo y en el sillón, en la mesa y en el monitor. Me enloquece saber que te haces presente en cada respiro, el aire me hace recordarte una vez más. Tantas noches buscándote en la niebla, buscando sentir un poco más de vos. Y ese perfume asesino, que parece tener alas, vuela bajo por las calles, logrando que mi cabeza gire cada vez que se hace presente. Reconozco mi culpa en el asunto: llenar mi casa de tu recuerdo es culpa mía, la que le regalo la esencia a pasado a un especimen masculino de mi familia, fui yo. Yo llené mi casa de vos. Cierro los ojos y te veo a través del viento. El viento otra vez me lleva allí.

Cosmopolitan: relaciones amor/odio con el mundo en general

La lectura en nuestras vidas es para algunos un calvario y para otros un placer. Pasatiempo u obligación, todos hemos pasado por ella y seguiremos haciéndolo.
Pero en este comentario no quiero hablar de cualquier lectura, no quiero generalizar. Hoy puntualizo y particularizo como nunca. Quizás les ha pasado de caminar por la calle y cruzarse con uno de esos acorazados naranjas o verdes que ocupan un espacio en la vereda, llenos de letras y colores, atendidos por gente que indudablemente tiene características llamativas. Es decir: puestos de diarios y canillitas. Siempre hay algo que llama la atención, sean cuales sean nuestros gustos.
En este caso narraré una experiencia personal. Mi gusto sobre cualquier otro es la música, y como siempre, hoy decidí gastar algunos pesos en una revista preciosa que tiene mucho sobre ella. Los colores, la textura, hasta el aroma de ese conjunto de hojas, me hace querer tenerla en mis manos cada mes. Sin embargo... otro especimen me atacó por la espalda; bah, por los ojos. La muy apreciada y consumida en esta sociedad burguesa, la tan consultada por mujeres, la que atrapa con un solo vistazo. La de orígen estadounidense, la que borra personalidad, y tantos otras opiniones que no sirven para que no gastemos en ella. La revista Cosmopolitan.
Junto con mi placer rockero traje a casa a la viva imagen del placer sexual y el "hacerse un lugar en el mundo". ¿En qué mundo, si se puede saber? En la burbuja del "nada pasa más allá de mi misma". Cómo negar que me atraen la ropa y maquillaje caro, las melenas perfectas y los cuerpos puntuación 10 que exhiben, las vidas sexuales de película de Holliwood o las notas de amor... soy mujer, esas cosas van conmigo. Pero me encantaría saber hasta dónde van conmigo y no con el chip que me implantan cada día las imágenes que veo en cada lugar donde pretendo descansar la vista.
Les describo mi completamente subjetiva impresión de esta publicación. Las páginas son una suma de opiniones sobre lo que debemos o no debemos hacer en la vida, como encajar en un trabajo donde siempre hay alguien por arriba nuestro indicandonos qué hacer, como "deshacernos" de "competidoras" indeseables. La vida es una carrera de obstáculos y el éxito sólo se logra cuando entramos en el podio de la mejor vestida, mejor paga y mejor garchada. ¿Acaso uno tiene que seguir modelos de personalidad para ser feliz? Disculpen, lectoras de todo el mundo, pero no me caso con esa ideología. No quiero querer lo que otros quieren, quiero ser yo misma, y aceptarme a pesar de mis malas caras al levantarme o mi rollito de más. Y también quiero que me quieran así.
Último consejo, queridas redactoras "cosmo": los truquitos sexuales van a andar bien, en tanto y en cuanto dejen de tratarnos como conejos. Si, me gusta el sexo, les agradezco lo acertado de las investigaciones pero... sería mucho pedir que me dejen hacerlo a mi manera?

martes, 1 de enero de 2008

Historia de un sueño

De golpe, me despertó el sonar del teléfono a través de las sábanas. Me estiré rapidamente, en un intento de estar más lúcida y atendí.
- ¿Hola?
- Buenas tardes señorita. La llamamos para informarle que la esperamos a las 3, llegó el día.
- ¿Perdón? ¿El día?
- Si, ¿no se acuerda? Ya pasaron 5 meses, como usted indicó.
- No señora la verdad que no le entiendo... 5 meses, ¿5 meses de qué?
- Del pedido que le hizo a nuestra institución...
- Disculpeme pero debe estarse confundiendo de persona...
- Le aseguro que no. La esperamos a las 3 de la tarde, en la dirección que figura en la tarjeta. Venga preparada, se va a llevar una gran sorpresa al verla.
- ¿Al verla? ¿Al ver a quién? ¡Expliquemé por favor!
Y nada. Solo el tono de ocupado detrás del tubo. Corté yo también, y me senté en la cama, entre sorprendida y asustada. ¿De que me estaría hablando esa mujer? ¿Qué pasó hace 5 meses? De pronto ví algo que no esperaba: apoyada en mi mesita de luz, estaba la tarjeta. Una tarjeta blanca, pequeña, escrita en letras doradas. Como las que a mí me gustan. Vi la dirección, la fecha de la cita. Miércoles 9 de enero, 15:00 hrs. Me refregué los ojos, no podía creer lo que estaba viendo, demasiadas casualidades. Mire mi muñeca, las 11 de la mañana. Baje las escaleras, tome el desayuno, me dí un baño y ya lista, vestida de la mejor manera que se me ocurrió por no saber a que compromiso me enfrentaba, partí. No sé por qué motivo antes de salir me puse un perfume que no usaba hacia meses. Curioso... más o menos 5 meses.
El viaje en colectivo fue bastante extraño, tratando de no pensar, pero partiendome la cabeza en el intento de descubrir que pasaría después. Algo adentro mío, un nudo en la garganta, me decía que, muy adentro mío, yo sabía que iba a pasar. Pero mi consiente no tenía en mismo conocimiento, y las dudas me estaban matando.
Baje del colectivo y camine hasta llegar al lugar. Me resultaba familiar. Un edificio gris, frío, sin muchas ventanas, ¿quién podía esperarme ahí? Cruze la puerta, y en la recepción una señora en un traje también gris me esperaba sonriente, con una sonrisa que era un fraude: sus ojos no sonreian. La mujer me dio unos cuantos papeles para firmar, y yo claro, no entendía absolutamente nada. Hice lo que pude con mi nerviosismo y los firmé, uno por uno. "Por aquí por favor" dijo, y yo ya sentía naúseas. Mi corazón latía cada vez más fuerte, qué me pasaba!
Bajamos unas escaleras, caminamos pasillos, hasta llegar a uno en particular, repleto de puertas con números. Miré la primera, y supe a donde caminar. 712. "Llegamos, la dejo un ratito hasta terminar los trámites y luego se pueden ir". Abrió la puerta, y pase.
Fue verla y comenzar a llorar. Llorar desconsoladamente, sin poder detenerme. En su cunita, con los ojos muy abiertos, estaba ella. Me miro y se sonrio, se sonrio de veras, la bebe más feliz que vi en mi vida. Me acerque, entre lágrimas y risas, ahí estaba. Mi bebe, mi chiquita, la que tanto esperé, tanto tiempo. La tomé en mis brazos y la abrazé, la separé un poco de mí y la mire bien. Los enormes ojos azules que conocía de mis sueños. Un poroto como nariz, y una boca que se reía a carcajadas. ¿Dónde estuviste todo este tiempo, amor de mi vida?
Me senté en una silla cercana, con ella en brazos. Seguía sin comprender, qué habría pasado por mi cabeza para dejarla ahí... Estaba ahí, siendo mía, y yo siguiendo con mi vida como si nada. Nadie, en su sano juicio, hubiera dejado a su bebe en ese lugar. Hasta ese día me sentía muy cuerda, pero ya no. O algo me afecto tanto, que la borro de mi recuerdo... Cuantas preguntas. Me duelen todas. Pero es mirarla a los ojos y encontrar paz. Mis lágrimas pararon, y salí disparada de ahí, con un grito atravesando mi garganta...

Y me desperté.