viernes, 29 de junio de 2007

Delirios II

He aquí una mezcla extraña de mis palabras con las palabras hecha canción de un gran poeta devenido a músico, aunque el crea lo contrario. Se podría decir que está "Tocado" por las letras, como yo tocada por sus canciones. Aquí va.

"¿Cómo fue que fuiste esta catarata,
de caricias blandas sin dormir?
¿Dónde te enseñaron a incendiar miradas?"
Quiero que un hombre me diga que incendio miradas, pero que me lo diga de verdad! O sea, quiero saber como hizo esa chica que te enamoro para que crees tan perfecta metafora. Es demasiado flashero y dulce al mismo tiempo...

Y sí...
"yo era una limosna triste,
mamarracho a la deriva" ,
a la deriva de los mares que nunca navegué.

"...derrumbo mis rumbos
despeno mis penas
planto cuatro besos en tu nariz
que clase de viento te arrastro a mis manos?
que borracha suerte me convido con vos?"

Mejor tirarle un caño a la soledad. Parece hábil, pero cuando le tomás la marca, no lo es. Es bastante bastante rústica la hija de puta. Te das vuelta y te tiro una patada voladora en la cabeza. Y otra vez a lo mismo... Quedás solo, confundido y con 2 taponazos en la frente. No da.


ESTAS COSAS LE DICEN A UNO: O QUE LA CABEZA LE TRABAJA DEMASIADO RÁPIDO, O QUE SE TIENE QUE IR A DORMIR.

Mamá

Ya estoy un poco más grande... creo. No creo que del todo, pero algo crecí.
Los colectivos muchas veces son mi motivo de inspiración, y hoy me descubrí pensando que se sentirá crear a alguien dentro de uno. Somos jóvenes para hacer algunas cosas pero no para pensarlas. Y pensé: ¿cómo será tener a tu sangre corriendo en otras venas, o parte del alma en otro espíritu, y encima tener que cuidar de ella aun a costa de tu propia vida? La vida es un tesoro que comienza a apreciarse reflejada en los ojos de los demás. Yo ahora me imagino por fin verme reflejada en unos ojos que me hagan sentir que hice algo realmente bien.

No solo eso me hizo entenderte mamá, sino ver lo que sentías. Cada lágrima tuya que veo correr es un tsunami que se cae directamente sobre mi cabeza. Tú tristeza también es mía. Doy el mundo por verte sonreír, y de no poder darte este, con mis palabras voy a crear uno nuevo solo para vos.

En mi mundo no hay un solo sol, y todos los que están tienen que brillar para que el mundo gire a su correcta velocidad. Cuando uno pierde intensidad, el mundo empieza a andar más y más despacito. Si un sol no emite la cantidad de luz necesaria, las flores se marchitan, los corazones se descontentan y las miradas tienen frío.
Para que no te apagues, voy a disparar flamitas de cariño a tu corazón.

¿Qué puedo hacer para que seas feliz? Para devolverte con creces todo eso que me diste y me das todos los días, aunque tengas un mal día y no me quieras ni ver! Porque a veces me vuelvo tan insoportable, tan llorona, tan incoherente... ¿me perdonás mamita?

La Muerte es una amante despechada...

Cuando la muerte llama a la puerta no se puede no contestar. Es un llamado obligatoriamente absurdo que nos dice que el tiempo en la Tierra se terminó. Nuestro tiempo llegó a su fin. Todos esos sueños que tenías, todas tus metas, todas las personas que amaste, desaparecen. No lo podés evitar.
¿Y qué pasa cuando sabés que en cualquier momento va a llamar? No será en 5 minutos o en 36 horas, pero es ya. O peor... ¿Qué pasa cuando sabés que va a llamar a alguien que amas?
El miedo a la muerte, a dejar de existir, es una de las cosas más difíciles de explicar sobre la faz de la Tierra. No se puede explicar con química o biología, como el amor. No se explica. Desde que nacemos hasta que ese momento llega tenemos miedo de él. O peor... tenemos miedo al vacío que dejaremos, o al vacío que dejaran y nadie nunca más va a llenar.
Yo por mi parte le temo a la muerte de los que amo. Yo soy las personas que amo y que me aman. El solo pensar que una sonrisa ya no va a alumbrar en este mundo me priva de cualquier gota de aire respirable que pueda desear.

A tu sonrisa no le quedan muchos días de luz, eso ya lo sé. Y... ¿sabés que es lo que más me duele? Son esos momentos que nos quedaron por compartir, las enseñanzas que no me diste, los abrazos que no nos regalamos. Voy a extrañar tu voz alegre cuando me llamabas por teléfono, o cuando me tratabas como a una pequeña princesa en tu casa o en la calle, o en cualquier lugar. Daría cualquier cosa porque no te vayas... Porque no nos dejes solos. Pero sobre todo, doy hasta mi vida por tu paz. ¿Cómo mentirte, cómo hacerte creer que cuando no estés todo va a estar bien?
Como mi vida no es garantía de nada, porque puedo perderla en menos de un instante, te ofrezco algo más. Yo te prometo, te garantizo, te lo firmo en cualquier papel, que voy a cuidar de tu proyecto más importante en tu paso por acá. No importa que tan mojado quede mi hombro, o que mis brazos se cansen de tanto abrazar, o que pase días enteros velando tu partida, yo no me voy a ir de su lado. Desde donde pueda, voy a hacer que ella se siga sintiendo como hasta ahora: la reina absoluta de tu corazón, y del mundo. Porque si, creeme que lo es.

Ay tía, yo te pregunto, ¿por qué las peores cosas le pasan a las mejores personas? Tu nombre fue en vano y la Victoria la obtuvo esa sombra asesina que desde hace quién sabe cuanto te cubre, que te robo el nombre y la alegría. Me arrepiento de muchas cosas, de estar en mi burbuja, en mi mundo, de no darte la atención que necesitabas... Ya está, paso mi momento. Pero la única manera de perdonarme y de que me perdones es haciendo. Y yo, señora Victoria, voy a hacer lo imposible para que tu nombre se haga parte de mi y que no hayas sido parte de mi vida en vano.
Te amo Magne, nunca te voy a olvidar, gracias por tanto.

La gota que rebalsa el vaso

¿Cómo se puede querer tanto a alguien cuando no se puede convivir con él? La mayor parte del tiempo las risas y la compañía superan cualquier defecto pero... Llegamos a un punto donde todo molesta. Yo te pregunto, ¿por qué todo lo que hago está mal? ¿Por qué nunca escuchas lo que digo o no le das importancia y yo siempre te tengo que hacer caso? ¿Por qué siempre querés tener la razón? ¿Por qué me hacés pedirte perdón?
Sos una de las mejores cosas que tengo en la vida, son años a tu lado, y sin embargo, no puedo hablarte. No puedo hacer que entiendas lo que siento. Me hacés pensar que no te importa. Te acordás de que soy lo mejor que tenés y que me "amas" cuando hago algo desinteresado por vos. ¿Cuántas veces hacés algo desinteresado por mí? Si te pido un favor y ya cambiás la cara. Pasamos momentos para poner en un cuadrito y vos siempre destacas algo que te paso cuando me aleje, cuando no estaba, cuando solo vos eras el centro de la atención.
12 años soportando tus pequeños detalles que te hacen única, pero me cansé.
Seguro que nunca vas a leer esto, pero te pido, y le pido a Dios, que dentro de tu corazón puedas escucharme y dejar de juzgarme, empezar a quererme como soy. Porque sin vos me siento muy sola amiga... y hace rato que la soledad me empezó a ahogar.

domingo, 24 de junio de 2007

Delirios I

Como siempre, ella se levanta y mira por la ventana.
La escena se repite miles de veces en su vida, y si fuera por ella la repetiria a cada segundo, a cada instante.
Ella ve ventanas a través de la gente. Necesita ventanas para sobrevivir, porque se siente encerrada en si misma.
Aislada. Le duele cada milimetro cubico del aire que respira. En sus ojos puede verse la negrura que solo la tristeza hace aparecer. Una sombra que la deforma, le deforma el alma.

Y otra vez, se levanta y mira. Consume paisajes, aspira caras nuevas. Y se siente una persona diferente cada vez. Pero cuando las ventanas se cierran, solo queda ella, y su soledad.