lunes, 14 de septiembre de 2009

Mujeres a b c darias

Antes asustada, alinieada, asfixiada; ahora ansiosa, alerta. Bastardas bellezas breves, bebibles, buscan cabernos comiéndonos complacidas. Cantando con clase caminamos. ¿Cuándo dictaminamos dejarnos deglutir, dejarnos explotar? Estamos estatalmente eliminadas, eternamente excluídas. Féminas fervientemente fabricadas, fácilmente guardadas, gastamos gritos, gemidos, groserías. Hacia hacer hitos históricos hoy inclinámonos, inabarcables, inexplicables, irracionales. Inclasificables. Juntas jugamos jubilósas, justamente justificadas. Kilos ligeros, lieros. Lejano lecho, lejanos límites: locas literalmente malditas. ¿Mentirosas, miserables, manejables, machistas? NUNCA. Nos niegan, ningunean. No nos olvidan. Otra ocasión oníricamente ordenada, orquestada, preséntase para pensar palabras pedagógicamente potentes, parcialmente palpables. Pereceremos, pero progresaremos. Podemos quizás querer que ríos rojos rápidamente retomen revoluciones retrasadas: risas reaparecerán. Tenemos tarada tardanza, tiempo tirado tontamente. Transgredamos tintes ultimados, utopías untuosas. Volvámonos vulvas vivaces, veloces, voluptuosas. Violentemos vacíos: vengan vainillas, whiski, waffles, xocoatole y yerbas. Yacemos yuxtapuestas, yeguas y zorras zurdas zapateantes.

No hay comentarios: