¿Qué es la identidad? La verdad que muy bien no sé. Creo que es eso que hace que nos identifiquemos y nos diferenciemos de otros, nos da un marco en el cual decir "yo soy esto y no soy otra cosa". Pero es extraño. La mayoría de las cosas que se dice que nos dan identidad son cosas que no hemos elegido. Cosas impuestas por obligación o por azar. No elegimos el nombre que nos ponen. No elegimos cuando nacer, dónde vivir o a qué escuela ir. No elegimos a nuestros padres, abuelos, tíos. No elegimos la lengua en la cual hablamos. Y tanto con estos ejemplos como en otros se da la misma repetición. No tenemos posibilidades de constituir una identidad propia hasta llegar a una cierta edad, una cierta etapa de la vida, donde parecería que somos más libres y más independientes de todo aquello que hasta el momento nos daba identidad. Pero no sé si será realmente así. Cuando parece que lo es, comienzan la crisis, las preguntas incomodas. ¿Quién soy yo? Soy mujer, soy joven, soy hija, soy hermana, soy amiga, soy compañera, soy estudiante, soy argentina. ¿Soy argentina? ¿Qué es eso? Es una categoría impuesta. Yo no elegí ser "argentina", con todo lo que eso implica. Y esa, actualmente, es una de las categorías que más problemática me resulta en lo que a identificarme se refiere.
(continúa)
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2 comentarios:
Dos meses después veo que algo te vuelve a picar adentro, te molesta, impávida al planeto de cuestionarlo todo, esto quieto, aquello constante, consolidado, fijo. Qué te desvela, de veras? En nuestro efímero trecho de vida, la identidad es una vestidura que se desgarra y, ajada de cambios y golpes se vuelve harapo con la crudeza absorbida en ojos, canto y golpe. Somos tanto vos, como yo bonita, una pequeña fuerza en un cuerpo que se desplaza inconsciente hacia donde el ontrol remoto apunte. Y es, nuestra sustancia, la decisión que tomamos en cada encrucijada. Sea esta la de arrimarse o no al rebaño del vacío, hundirse en el consumo vano, ciego, impulsivo. O vivir sometido al prejuicio luchando por cada bocanada de aire, remando río arriba.
Continúa si continúa...
La identidad es como una herencia. Es una particularidad destacable de cada uno que comenzó siendo construida por ajenos a uno, pero termina de construirse a través de nuestras palabras, actos y pensamientos. Los límites que se nos imponen puede ser acatados o no; el grado de libertad con que uno coopera para moldear esa identidad que nos distingue más o menos claramente de los demás, depende entonces cuan atrevidos seamos. ¿Ser diferente, totalmente idéntico, es ser original? A veces me pregunto porque cotidianamente se repiten actividades y las coincidencias no dejan de sumarse... ¿es que ser parte de una sociedad nos lleva a perder el individualismo que todos buscamos? Hay ciertos atributos naturales del hombre que no se pueden distinguir en uno como en el otro, todos los tenemos. Y sí, continúa...
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