sábado, 3 de febrero de 2007

Reflexiones marítimas I






La lección de la vida solo se aprende de una forma: amando, amando mucho, amando con todo el corazón enterito enterito, amar ganando, amar perdiendo, amar sufriendo. Aprendiendo a soportar el dolor que amar nos provoca, y aprendiendo a disfrutar toda la felicidad que de amar podemos obtener. A veces no sabemos valorar lo que la vida y el amor nos dan y nos enseñan. Lo que hoy es derrota, mañana puede ser victoria. No cansarse de soñar, de creer... a pesar de todo.

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